sábado, 15 de noviembre de 2008

Masaoka shiki


BIOGRAFIA


SUS POEMAS

Cada año nuevo
Cielo y tierra en armonía
El primer día


¡Qué soledad!
Después de los juegos artificiales
una estrella fugaz.


Un gran viento
y repentinamente el estandarte
se levanta.


Ola de calor
Las flores del ciruelo se dispersan
por el pedregal.


Cuando miré hacia atrás
El hombre que me cruzó
Se había perdido en la neblina

El Gran Buda soñoliento
Adormecido
Por este día primaveral


El Gran Buda
y su frescura
implacable.


Ellos contemplan
el océano en junio.
Los Budas al fondo del templo


Dulzor de brisa.
En el verde de mil colinas
un templo aislado.


Atardecer primaveral.
¿Qué lee
el hombre que no tiene mujer?


Las ondas del chapoteo
derriten poco a poco
el hielo del estanque.


La nieve se derritió
en la espalda
del Gran Buda.


Sitio ilustre.
Desyerba la tierra
y lo ignora el campesino.


Un canasto de flores abandonado
y nadie
en las montañas en primavera.


A lo largo la mano corre
por la barandilla del mirador.
Los montes en primavera


Durmiendo sobre la piedra
Mariposa
¿Sueñas tú de mí el infortunio? (*)
Soñando cada año
En los crisantemos
Sueño por ellos

La campana del templo
para de sonar y brilla.
Ah la luciérnaga.


Como compañero
Solicito a la mariposa
Partir de viaje


El aguacero de verano
tamborea
en la cabeza de las carpas.


Jornada corta.
En sus canastas los cormoranes
duermen cansados.


Un pueblo de pescadores
Bailando bajo la luna
El olor a pescado fresco


El puente cedió.
¡Atrás y solitario
el sauce llorón!


A lo largo del río
No encontré ningún puente
Ese día sin fin


El río en el verano
y un puente.
Pero el caballo pasa por el agua.


A gran velocidad
Se lleva el verano
El río Mogami


El puente colgante
En lo alto y en todas direcciones
Balancea la lluvia fresca


¡Peral en flor!
La casa en ruina
Única huella de la batalla


Con mucho esfuerzo
pude colgar
la lámpara entre tantas flores.


Cerezos en flor
y recuerdos de seres queridos.
Todos tan lejos de aquí.


Al chirrido de los insectos
Sale la luna
El jardín oscurece


Pinos en cada isla.
¡Y cómo refresca
el ruido del viento!


¡Qué frescor!
La vela que se apaga
y el ruido del agua.


El frescor
En medio del cultivo de arroz verde
Del único pino


De espalda al Buda.
Oh cómo como refresca
el claro de luna.


Donde miremos
Hay frescor de luces
De dioses y de Budas


En el Gran Buda
la ausencia de entrañas.
Ah que frescor.


Al encender la luz
Las sombras de las muñecas
Una para cada una


Una alondra se vuela
Respiro la niebla
¡Yo camino sobre nubes!

1 comentario:

MA dijo...

Preciosos haikus son suspiros de luz...Momentos de la vida.
Sigo tu bog ... es maravillosa la poesía japonesa es un concentrado de viva vida...

Te invito a visitar el mío El blog de MA también escribo haikús me apasiona esta forma de componer en tres versos de 17 sílabas , 5,7,5 , un instante de paz y luz espiritual...

En entradas antiguas se pueden leer todos los haikús que he escrito desde mi andadura bloguera como poeta.

Un abrazo de MA.